sábado, 31 de diciembre de 2011

Feliz año 2012

Se nos escapa el tiempo y llega para nosotros un nuevo año.
Puedo decir que he reido, que he vivido, disfrutado con los que estan y han estado. Atrapada en el tiempo y atesorando recuerdos, todavia soy capaz de mirar durante un instante hacia el futuro y recibir a lo que esta por llegar con una sonrisa.

Y que no falten para nadie, mas o menos escasas, pero que prevalezcan.
Feliz año 2012, y gracias por los momentos, palabras y sonrisas.

sábado, 24 de diciembre de 2011

La ultima pieza

Se presento como un rey de la lejana Arcadia, ese reino en el que moran las pesadillas. Un extravagante señor que desconoce el limite de su poder, y se divierte tentandolo. Alli empezaba
su juego. Cumplia las normas, no se excedia en sus palabras, guardaba el minimo respeto requerido ante el regente de la ciudad. Pero en sus ojos brillaba el orgullo, y la victoria asegurada antes de ver empezada la batalla

- Os escucho... señor - dijo Artur, el regente, con cautela. Un timorato sentado en el trono, demasiado atento a lo pendiente que estabamos todos a cada uno de sus movimientos

- No os costara atender, tampoco cumplir, mi demanda - contesto el invitado, que respondia al nombre de Luthenis - Mas bien sera... un alivio a vuestra pesada carga

Los dedos de Artur se cerraron en un puño, nervioso y exaltado ante la demora que se daba en las explicaciones de Luthenis.

- A este mundo, sin duda, no llegan las nuevas del otro lado de la frontera, Arcadia. - coloco sus manos con las palmas hacia arriba, queriendo abarcar a los alli presentes - Comprendereis la gran conmocion que deja en un reino la ausencia de un heredero. Mas aun cuando el elegido es apartado a la fuerza de su glorioso destino.

Artur guardaba silencio, con una de sus manos cubriendo sus labios, guardando cuestiones y dudas que le asaltaban. Tampoco yo comprendia hasta donde llegaban sus palabras

- El elegido... o la elegida, era una debil criatura del mundo mortal - anuncio Luthenis - Que ahora ha sido raptada contra su voluntad, y traida hasta este lugar. Ahora pensad... - tras esto, una pausa

Lera se inquietaba a mi lado, sin intervenir, pero sumandose a la agitacion que se hacia comun en los otros vastagos de la noche a nuestro alrededor

- ¿Cuanto cuesta la vida de una heredera, perteneciente a mi mundo? ¿Que podran crear, o destruir, por conseguirla?

Sonrio en mitad de aquel silencio que se palpaba, se divertia con aquel juego que habia creado. Habia lanzado al tablero la ultima pieza para que empezasemos una guerra que nadie deseaba, que todos querrian evitar.

Todos entendiamos, todos esperabamos. Habia comenzado un viaje sin retorno

Maksim

viernes, 23 de diciembre de 2011

Frio

Nada mas entrar en la casa, apoye mi espalda sobre la puerta. Parecia que habia pasado un largo tiempo, mas del que habia estado realmente fuera. La pequeña, en mis brazos, seguia sin responder, pero habia abierto los ojos, de un modo ausente hacia todo lo que la rodeaba.
Aquello era el fruto de un miedo hacia algo que no podia comprender.

La mirada que habia percibido desde el callejon me habia acompañado durante todo el trayecto de regreso, de forma intermitente, sin saber si volveria una vez dejaba de notar su terrible peso. La deje dormir, o que fingiera hacerlo durante todo el tiempo que quisiese. Entretanto, observaba como se tornaba el cielo de un pesado gris al oscuro cielo nocturno

Hasta el momento que aparecio a mi lado. La taza de cafe en mi mano hacia tiempo que habia dejado de humear, el frio del exterior traspasaba las paredes de la casa. Verla aparecer a mi lado, casi mirando al vacio, apenas me produjo sorpresa. Era como si hubiera estado esperandola

- Hace frio - murmuro como si le resultase extraño

Asenti mientras le ofrecia un lugar bajo una manta, mientras retenia en mis labios la pregunta que me moria por hacer. Pero, ¿como podria tener aquella niña la respuesta?

- Que... ¿que es lo que esta pasando? - se me escapo al fin

S.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Buscando una luz

Se nos escapa el tiempo y también la noche. Pronto vendrá el amanecer y con él el sol que tanto hiere nuestra piel. Debemos encontrarla, y pronto, o todo lo que conocemos ahora sera reducido a cenizas en poco tiempo. Igual que nuestros cuerpos si fueran expuestos a la luz de sol

La lucha habia continuado hasta hace poco, poniendo en riesgo el precario equilibrio en el que se mantiene nuestra mascarada. Luchas desatadas en lugares abandonados, aguardando a que todo pase y nada se derrumbe. Pero ahora hay una nueva amenaza, y no cabe otra posibilidad.

La presencia de un recien llegado al lugar, ajeno y extraño a nuestro mundo y nuestra naturaleza, ha colmado el lugar de inquietud e inseguridad. Un monarca de un reino que escapa, realmente, a nuestro mundo, y reclama para si una pieza sin apenas valor, pero con un gran precio. Una niña, una cria que apenas sabe en que lugar vive, y mucho menos sabe a que se enfrenta. El infortunio ha querido que viva en esta ciudad, y ahora todos la buscan para provocar la ira o el favor de ese monarca.

Maksim me sigue hasta ahora, con gesto hosco y resentido hacia todo. Ha perdido demasiado hasta ahora, como para querer evitar de buena gana la ira de unos señores a los que sirve por puro tedio. Piensa que la niña debe correr su propia suerte, independientemente de nosotros, y piensa que soy una idiota por querer salvar la vida de la niña

- Y despues, cuando la encontremos, ¿que crees que pasara? - me pregunto con una sonrisa amarga, sabiendo de sobra la respuesta

Despues tocaria entregarla a un mal menor, por asi decirlo. No era la opcion que mas me agradase, pero mejor eso que quedarse de brazos cruzados viendo como todo cae.

Lera N.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Ella

Ellos permanecieron alli, mirandome. Suspire y asenti a aquello que todos aguardabamos, llegaria aunque me negase a aceptarlo. Era entonces que todos miraron a un punto que quedaba como oscuro en todo aquel lugar, como si alguna conciencia quisiera evitar que fuera descubierto.

Me acerque, confusa e intrigada, mientras aquellas sombras que reflejaban algun modo de existencia incomprensible para mi, me abrian paso mientras parecian vigilar a nuestro alrededor. Tal vez atesorasen aquel momento como algo realmente esperado, tal vez esperasen una nueva visita no tan deseada.

Repetia mientras soñaba palabras, algunas de ella en las que pedia ayuda. La tome entre mis brazos, sin que despertase, para que todo temblase de nuevo. Las imagenes de aquellos que guiaron mi camino, hasta aquel callejon vacio de toda presencia, habian desaparecido. El mundo visible parecia volver a moverse con normalidad, y con el tambien sus sombras.

La observe con detenimiento, a aquella niña que dormia en mis brazos, con la piel clara y el pelo azabache. Entonces su rostro dejaba una expresion mas apacible, como si realmente descansase. Comence mi regreso, como si de de cualquier otro momento se tratase. Solamente me detuvo aquella mujer mirandome desde la salida del callejon. Estaba quieta, estatica, esperando quizas que en algun momento echara a correr, pero desaparecio antes de que pudiera reaccionar

Para ella no habia pasado inadvertido, ¿cuantos mas podian haber detectado aquel extraño momento?

S.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Un comienzo lleno de incerteza

Los primeros recuerdos que guardo son lejanos e inconexos, como si alguna otra persona muy cercana me los hubiera mostrado de forma muy vivida. Era un lugar muy frío donde me crié, eso es lo que mejor guardo en mi memoria. El resto, rostros, sensaciones, se apagan con el tiempo a gran velocidad.

Me llamo Dann, o Daniel, según a quien le preguntes. Soy uno de los afortunados. Cuando comenzó la Guerra, todo se derrumbaba. Lo que antes era seguro ahora es el próximo objetivo. Los que ostentaban el poder ahora se embarcan en misiones prácticamente suicidas, o eso es lo que parece. El resto son historias a las que dar poco crédito de gente que todavía quiere creer
Si yo aspiraba a algo, era a sobrevivir. Me jugué todas las cartas a una sola causa. El motor de nuestro mundo, (¡nunca mejor dicho!), y todavía puedo agradecer, a las estrellas o a mi buena suerte, que sigo vivo.

Los compañeros iban y venían, como todo en el mundo, pero algunos dejaban mas marca que otros. El primero de ellos sería el que daría un empujón a mi futuro, Ebenn. Un indeseable que destilaba poco carisma además de un singular tufo. Pero el tipo sabia que decir y en el momento oportuno. Me tomó como un aprendiz cuando mostraba un obstinado interés en el negocio de la chatarra. Nunca faltaría algún golpe bien medido en la nuca cuando algo fallaba en mi trabajo. Ni que decir tiene que siempre saco beneficio de mi barata mano de obra. Lo poco que se gastaba en mantenerme allí le reportaba beneficios, beneficios que podía invertir en enseñarme como era debido el oficio.

Contaría los doce años mientras sucedía todo aquello. Y entre tanto en casa se vivirían otros tantos problemas. Mi padre no veía con buenos ojos muchas, por no decir todas, de las cosas que hacíamos mi hermano y yo. Mi hermano era el mayor, pero no por ello el responsable ni el ejemplo a seguir a ojos de nuestro progenitor. Su nombre era Jace, y su vida era por completo desconocido para todos. Los pocos rumores que llegaban a mí no eran nada halagüeño, y para nada iba a darles crédito.

Daría un giro completo cuando se marchó. Mi padre no quiso saber donde, o eso decía. Algunas veces lo encontré preguntando a conocidos y a amigos, de su paradero o de si decidiría volver. Sus formas no fueron las mejores, ni de lejos, por lo que hubo pocos resultados.
A partir de entonces, y poco a poco, continuaría de forma indecisa, sin saber bien hacia donde dirigirse. No se haría de esperar demasiado cuando decidí seguir los pasos de Jace. Demasiado tiempo congelaría las ideas, y entonces no podría actuar para hacer un camino en mi vida.